Para evitar estereotipos y promover la diversidad en campañas dirigidas a mujeres, es fundamental romper con representaciones limitantes y sexistas, mostrando a las mujeres en roles diversos, empoderadores y reales, que reflejen distintas formas de ser, estilos de vida y características físicas. Esto implica:
- Evitar estereotipos tradicionales como la mujer ama de casa sumisa, hipersexualizada o infantilizada, que reducen a las mujeres a roles secundarios o meramente estéticos.
- Promover la diversidad en las representaciones, incluyendo mujeres de diferentes edades, cuerpos, etnias, capacidades y estilos de vida, para reflejar la pluralidad real y no un único ideal.
- Usar un lenguaje no sexista y evitar asociar valores positivos exclusivamente con la apariencia física o la juventud.
- No objetivar el cuerpo femenino ni recurrir a estereotipos de belleza que excluyan o desvaloricen a otras mujeres.
- Incluir modelos de masculinidad diversa para evitar reforzar roles rígidos de género y promover la equidad.
- Transmitir mensajes que fortalezcan la igualdad de género, la solidaridad y el respeto, evitando la erotización o la vulnerabilidad como rasgos predominantes.
- Alinear el mensaje con experiencias reales y fomentar la empatía para que la comunicación sea auténtica y respetuosa.
Además, campañas exitosas que han roto estereotipos, como #RompeElEstereotipo, muestran que la inclusión de cuerpos diversos y la representación realista generan mayor impacto y conexión con el público.
En resumen, las campañas deben ser conscientes del poder de la publicidad para moldear percepciones y deben apostar por una comunicación inclusiva, diversa y empoderadora que refleje la complejidad y riqueza de las mujeres en la sociedad actual.
